IIIª edición Premio Ratones de Biblioteca: Obras presentadas
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IIIª edición Premio Ratones de Biblioteca: Obras presentadas
Autor: Flora Poste
Categoría: Prosa
Título: El canto del gallo
Categoría: Prosa
Título: El canto del gallo
El cascabeleo de las mulillas apartaba el gentío a ambos lados de la Ronda de la Sangre. Las patas del toro martilleaban contra el empedrado ,tratando de librarse a la carrera de un grupo de chiquillos empeñados en conseguir en el desolladero lo que el torero no había logrado en la Plaza.
La Oreja. La Oreja. Los críos pedían la Oreja y los de las peñas taurinas agua. ¡Agua, agua, agua¡ cantaban dirigiendo sus brazos hacia los balcones. Cubos, bidones y garrafas se vaciaban desde las alturas destiñendo en púrpura los uniformes bañados en sangría.
El forastero decidió refugiarse en el bar más próximo. Le asqueaba la nube de sudor y vino que desprendía la comparsa. Llegó hasta la barra y pidió un cubata. Estaba molesto. Tenía las zapatillas y los calcetines encharcados y ahora impregnados de serrín húmedo del piso. La televisión atronaba en aquel local a rebosar.
- Dos de bravas, marchando.
- Ponme tres cañas , Jose.
-A ver , jóvenes. Por allí se queda una mesa libre.
Cuatro chicas alzaban sus dobles de cerveza tratando de abrirse hueco entre la clientela. Alcanzaron la mesa entre risas y empujones. La más alta, una morena con unos leggins y un top negro, hablaba sin parar por el móvil.
-Que sí, te lo prometo. Que no. Que no vamos a beber. Que sí. Que todas se quedan a desayunar en el churrero. Pues claro, toda la noche. Claro que está abierto hasta las seis de la mañana. Es una discoteca, mamá.
El forastero las miraba y ellas miraban a los chicos del futbolín. Un volapié, rematado por un brusco empalme acababa en un cuatro a tres para los rojiblancos. El autor del gol, un rubio con pendientes, pidió una nueva ronda de botellines. Los cascos apilados en el suelo molestaban al grupo de señoras de la esquina que cotilleaban de la hija de la Henar mientras sus maridos jubilaban a Raul entre pincho de morcilla y tapa de anchoas.
Pidió la cuenta y salió . Aquel barullo le irritaba. Tenía los pies fríos. Enfiló por la Corredera y desembocó en una callejuela oscura. Al fondo se escuchaban los petardos y el ladrido de los perros.
- Vamos Mari, anímate. Que como no te animes tú. Atiende, ese hombre. Que cuadro.
“Baila que ritmo te sobra, baila que baílamé ,
acércate un poquito Salomé”
Mari se arrimó a las amigas, sacudiendo holgadamente las caderas. El Julián, ese hombre, levantaba el codo derecho, luego el izquierdo, sonrisa va, sonrisa viene , con los pies pegados al suelo. La Orquesta Fantasía acababa de abrir el baile de las misses. El pueblo iba a coronar a las más guapas del año .
El forastero se paró al llegar a la Plaza. Encendió un cigarro y miró a su alrededor. Hacia el escenario. A las pandillas que pululaban por las terrazas de los bares. Al motorista que trataba de apartar las vallas del ayuntamiento. A las abuelas sentadas a las puertas de las casas. Y a un niño desgarbado con una camiseta de spiderman que daba saltos alrededor de la tarima imitando al cantante.
Dio la vuelta sobre sus pasos y giró por la perpendicular siguiendo el camino de farolillos y banderolas. Dos bares y cuatro cubatas más abajo, la voz metálica de la tómbola anunciaba reproductores de TDT, muñecos de Bob Esponja y minimotos. El rubio goleador del futbolín jugaba al tiro al blanco. El suelo era un collage de boletos sobre el ocre de la sangre y el vino. El olor a algodón dulce le desagradaba. Sus pies seguían húmedos.
Se acercó a un niño que contemplaba extasiado las minimotos. Le dijo algo al oído, dio media vuelta y se marchó. El niño le siguió a varios metros de distancia.
Los de protección civil reanimaban a la Mari en el suelo del cuartelillo.
La chica de los leggings y el top negro se abrazaba sollozando al goleador rubio del futbolín. El Julián contestaba a las preguntas del cabo.
_-¿Cuándo fue la última vez que le vio?
- En la plaza, estaba bailando con nosotros .
-¿Y después qué pasó?
- Se fue con mi hijo a jugar al tiro al blanco.
- ¿Qué llevaba puesto?
- Una camiseta de Spiderman.
- No se preocupen, enseguida informaremos a Madrid.
A las seis de la mañana , el churrero servía gratis chocolate y café caliente a los participantes en las labores de búsqueda . El pueblo seguía en la calle, silencioso, sobrecogido. Todos se miraban. Nadie hablaba. Si acaso algún murmullo, algún llanto contenido. Oscar, Oscar. El nombre del niño hacía eco por los walkies de los Guardias Civiles y en la lejanía del monte.
Oscar apareció mutilado a orillas del río Tórtola. Le habían amputado los pies.
La monumental portátil fue desmontada y trasladada a San Martín. Javier Cortés encabezaba el cartel con seis novillos de Barriopedro. El forastero aparcó el coche y se dirigió hacia la taquilla.
Última edición por Du el Miér Abr 21, 2010 9:57 am, editado 1 vez
Du- Westley (Buttercup, supongo que nunca has sido la más brillante)
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Re: IIIª edición Premio Ratones de Biblioteca: Obras presentadas
Autor: Jim Davis
Categoría: Poesía
Título: Miedo
Categoría: Poesía
Título: Miedo
No es tu sangre
Son tus temores
los que me hacen más grande
Los fríos sudores
de tu cuerpo estremecido;
El terror que domina
tu cerebro adormecido.
Soy la sombra que camina
y te arrastra a lo desconocido.
Última edición por Du el Miér Abr 21, 2010 9:58 am, editado 1 vez
Du- Westley (Buttercup, supongo que nunca has sido la más brillante)
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Re: IIIª edición Premio Ratones de Biblioteca: Obras presentadas
Autor: Jim Davis
Categoría: Poesía
Título: Bestia
Categoría: Poesía
Título: Bestia
Cuando la luz de la cordura desaparece,
la sombra va a la sombra;
la oscuridad llama a la oscuridad
y los contornos de la bestia se perfilan.
El fuego que la forma no se consume
porque son tus miedos quienes lo alimentan.
Última edición por Du el Miér Abr 21, 2010 9:58 am, editado 2 veces
Du- Westley (Buttercup, supongo que nunca has sido la más brillante)
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Re: IIIª edición Premio Ratones de Biblioteca: Obras presentadas
Autor: Jim Davis
Categoría: Poesía
Título: Nada
Categoría: Poesía
Título: Nada
Morí sin saber morir
Viví sin haber vivido
Por mi insípida existencia
caí al pozo del olvido
Última edición por Du el Miér Abr 21, 2010 9:59 am, editado 1 vez
Du- Westley (Buttercup, supongo que nunca has sido la más brillante)
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Re: IIIª edición Premio Ratones de Biblioteca: Obras presentadas
Autor: Jim Davis
Categoría: Poesía
Título: Guerra
Categoría: Poesía
Título: Guerra
Soportas la luz gris que hiere tus ojos
El sol sediento blanquea tus salados huesos
Derramas tu sangre en los prados de la desolación
para matar los demonios ocultos
y conquistar tu absolución.
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Re: IIIª edición Premio Ratones de Biblioteca: Obras presentadas
Autor: Jacob
Categoría: Poesía
Título: (Sín título)
Categoría: Poesía
Título: (Sín título)
Poeta oxidado de viejos manuscritos,
soñador de rimas, creador de mitos,
gritos en el bosque, oscura tempestad,
iluso sumergido en sus ansias de volar.
¿Y quién lo quiso?
Una nueva lágrima se escapa sin permiso,
yo sin prisas ando buscando el paraíso,
por eso es preciso no perder la calma
cuando anochece en el monte de las almas.
¡Infortunio!
Y más si pilla el plenilunio
de esta fría noche del 23 de junio,
dónde los espectros dejaron huellas
y por lo que se narran grandes epopeyas.
Bella estrella aquella que brilla por su luz,
hipócritas cogieron y la clavaron en su cruz.
De esta manera la envidia mata a la grandeza,
pero siempre habrá quienes recuerden su proeza.
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Re: IIIª edición Premio Ratones de Biblioteca: Obras presentadas
Autor: Jordina
Categoría: Prosa
Título: Destino
Categoría: Prosa
Título: Destino
Después de aquel encuentro totalmente fortuito, deseé llegar a casa y abrir la caja del pasado. Tener los recuerdos en una caja ya es bastante significativo, y más si los guardas todos juntos y bien cerrados, y si puede ser en el estante alto del armario más grande que hay en casa. Así no hay manera de verlos ni pensar en el pasado, porque crees saber que el ser que está en esos recuerdos ha desaparecido, no existe.
Desde que me mudé a la casa nueva no había vuelto a recordar aquella preciosa caja granate, pero aquella tarde el destino me había preparado una buena pasada.
Me encontraba en un lugar de casualidad el día de Sant Jordi, intentando vender rosas a la plana mayor de la política, empresarial y “culturilla” de Barcelona en Pedralbes. Me quedé un rato allí por pasar el tiempo, cuando en principio solo tenía que estar cinco minutos. Pero era un día especial, Sant Jordi, que Barcelona se pone preciosa entre libros y millones de rosas, estaba de buen humor y entre risas con las compañeras del trabajo le vi aparecer.
En un principio no lo pensé y le abordé para saludarle, con una sonrisa tonta que se me puso al ver a alguien tan especial. Los nervios vinieron al segundo, cuando vi que él se sonrojaba hasta la médula y se ponía igual de nervioso.
¿Cómo estás? ¿No me das dos besos? –Me preguntó él nerviosísimo-
Claro que sí, qué haces por aquí? (Por preguntar algo, por supuesto, porque lo que quería era que me regalara alguna de las decenas de rosas que yo tenía entre las manos e intentaba vender al resto del público)
Así estuvimos 5 minutos, tonteando como dos adolescentes cuando eran las personas que más se habían amado durante casi 8 años. Mirándose a los ojos directamente y sonriendo, diciéndolo todo sin decir nada.
Por eso, cuando llegué a casa, cogí la caja granate. Y entonces, cuando empecé a ver fotos, leer cartas, recordar escenas… caí en la cuenta. Algo que había olvidado por completo y que me hizo llorar muchísimo. En un tiempo pasado había sido feliz, había amado y había sido amada. Porque alguien a quien quería muchísimo también me escribía un jueves diciéndome a las 8 de la mañana “Ya te añoro. Tengo ganas de verte y qué tal si quedamos hoy para cenar”
Y lloro porque últimamente solo sé poner trabas a todo aquél que intenta acercarse.
Pero sobre todo, porque le añoro a él, porque como me dijo en una carta, pensaba que en 50 años seguiríamos queriéndonos y que era la mujer de su vida.
¿Cómo se puede arreglar una cosa que ya no existe?
Du- Westley (Buttercup, supongo que nunca has sido la más brillante)
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Re: IIIª edición Premio Ratones de Biblioteca: Obras presentadas
Autor: Alfredo Panda
Categoría: Prosa
Título: Nuevo amanecer
Categoría: Prosa
Título: Nuevo amanecer
La habitación está a oscuras; es mejor así. La luz te hace daño, y las risas de los niños que juegan en el parque resuenan en tu cabeza. ¿Por qué no se callarán de una maldita vez? ... No esperas respuesta, claro. ¿O sí? En cualquier caso, el eco de tus pensamientos se te antoja aterrador. Sólo quieres dormir. Los sueños ayudan. Las pesadillas ayudan. Intentas no pensar pero la cabeza te traiciona una y otra vez. Un instante de recuerdos se transforma en años de tortura. Y de repente, sin entender cómo ni por qué...
¡LUZ!
Te frotas los ojos para intentar adaptarte a la luz que entra en la habitación y te sorprende la calidez que desprende, suave y envolvente como aquellos amaneceres en la playa. De repente te das cuenta cuenta de que falta algo: ya no oyes las voces de los niños. Te asomas a la ventana y compruebas que siguen allí, jugando y riendo. Sin embargo, ahora te parece un sonido agradable y te sorprendes a ti mismo cuando te quedas unos minutos viéndoles jugar antes de volver adentro, deseando salir y unirte a su juego.
De vuelta a la habitación, ahora completamente iluminada, capta tu atención un objeto encima del escritorio: un precioso cuaderno de piel abierto por una página apenas escrita. Su último regalo. Te quedas de pie unos segundos mirándolo, dudando, pero acabas por sentarte delante de él, y buscas un bolígrafo en los cajones. No sabes si serás capaz, temes haber perdido la práctica, pero lentamente acercas la mano al cuaderno y escribes. Al mirar de nuevo la hoja ves que tenías razón, lo único que has conseguido son unos trazos irregulares que apenas podrían considerarse letras.
Sonríes.
Du- Westley (Buttercup, supongo que nunca has sido la más brillante)
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