La niña del faro

Hacia mediados de los años cincuenta del siglo pasado, Silver, una niña escocesa de diez años, queda huérfana y es adoptada por Pew, el farero ciego del pueblo. Pew la educa contándole historias y la instruye en el arte de contarlas, transmitiéndole que no hay principio ni fin en ellas, y que cada historia siempre remite a otra.

Una autora muy importante en Europa destacada en el GRANTA 2003. Un texto que entra de lleno en la exploración de los sentimientos y sensaciones, tema de fondo de Lumen. Una autora de referencia entre el público lésbico.

Novelita muy corta y con bastante enganche, que seguro gustará a las personas que no esperan demasiado más de una novela que un sentimiento, una belleza sutil (lo cuál, no es precisamente poco).

La niña del faro empieza de una manera casi tragicómica, al narrar la muerte de la madre de Silver, la protagonista... A partir de ahí, los pocos personajes que componen la novela se suceden uno tras otro: a veces para hacer reír, a veces para hacer llorar. Es un libro agridulce, pues si bien la situación a veces se nos pinta emmascarada para que esbocemos una sonrisa, la historia que cuenta me parece tan dura a veces que para nada me hace reír.

Un farero ciego, una profesora solterona y desalmada, un reverendo infiel, Darwin... todo es posible en esta novela construída a base de pequeñas historias, de cuentos que no sabemos qué tienen de cierto y qué no. De los que no sabemos si hay que sacar una moraleja, o un juicio.

Muy recomendable