La memoria del tiburón

Un joven narrador amnésico se enfrenta a la tarea de recomponer su pasado a partir de reuniones diarias con una psicóloga y de la lectura de las cartas que aparentemente se escribió a sí mismo antes de perder la memoria. La doctora Randle le comunica que padece un trastorno de disociación provocado por la muerte de su novia en un accidente de buceo en las islas griegas. Cuando, desobedeciendo los consejos de la doctora, empieza a indagar sobre su pasado deberá hacer frente a una extraña criatura que lo persigue.

Rompecabezas filosófico, thriller psicológico... Explosivo debut literario de Steven Hall, joven autor británico formado como artista visual, tiene claras influencias de Paul Auster y Jorge Luis Borges, así como de esas películas que tanto me gustan como son Matrix, Memento, Dark City, Nivel 13, Abre los Ojos, etc. Y es muy entretenida, de las que enganchan hasta las tres de la mañana.

Tiene muy, muy buena pinta

Bueno, aunque es fácil de leer no el típico bet-seller, entre otras cosas porque el autor es un friki la novela está llena hasta arriba de referencias,desde Moby Dick a El mago de Oz. El tío escribe muy bien, consigue una narración muy cinematográfica sin perder el buen gusto por las palabras.
Además la historia de amor (en parte doble y en parte una sola, como en un espejo) está muy bien (la mayor parte de libros y películas de aventuras fallan porque la inevitable historia de amor resulta manida).