Ceremonia personal...

Cuál es vuestra ceremonia particular cuando empezáis un libro? Y cuando lo termináis? Qué os decide a comprar un libro? Os gusta prestar libros o regalarlos? Preferís comprar o la biblioteca?

Un post para las pequeñas manías lectivas de cada uno

Pues yo hace tiempo tenía la que ahora me parece una manía que no me lleva a ningún lado mas que a fastidarme: leer el último párrafo antes de empezar el libro. Por suerte, recobré la cordura y dejé de hacerlo. Que no quiere decir que el que lo haga no esté cuerdo, cada uno lee como le place, pero a mí me resulta más gratificante no hacerlo.

Ahora me limito a mirarlo durante unos segundos al terminarlo, pensar en él, en las sensaciones que me producido, buenas o malas. Poco más.

En cuanto a las otras cuestiones, prefiero mil veces regalar un libro que prestarlo. Sin duda. Para empezar, porque sé por experiencia que el 90% de libros que prestas, nunca son devueltos, y porque los libros me parecen el regalo perfecto siempre y cuando a la persona en cuestión se le pueda regalar un libro, claro, que las hay que ni olerlos, vaya...

A las bibliotecas no soy muy asidua, la verdad. Me gusta más comprarlos.

Yo cuando empiezo un libro no tengo ninguna ceremonia especial. Simplemente estar en silencio y en un sitio cómodo, e intentar que mi cabeza esté lo más en blanco posible. Si no es así, difícilmente puedo leer a gusto.
En cuanto a regalar o prestar, pues depende. Yo prefiero regalar, pero también, cuando un libro me ha gustado mucho y sé que a otra persona de mi entera confianza, de la que sé que me lo va a devolver, le va a gustar o es muy posible que le guste, se lo presto. Normalmente sólo lo hago con la familia o con amigos que sé que son aficionados a la lectura y que si les gusta, no se lo van a quedar. Si les gusta mucho, pues acabo comprándoles un ejemplar a ellos.
A la biblioteca no voy nunca, así que suelo comprármelos. Aunque si no fuera tan vaga, iría, lo leería y si me gusta pues lo compro.
Lo que no me gusta nada nada es leer libros en pdf en el ordenador. no puedo seguir la lectura. Tampoco me gusta imprimirlos y leerlos en folios. Me gusta un libro con su portada y sus tapitas.

Hola, soy chiqui y soy compradora compulsiva de libros.

Esa es mi gran manía. Soy incapaz de ir a la biblioteca, coger un libro, leerlo e ir a devolverlo. Antes lo hacía, pero luego sentía la necesidad, si me había gustado, de ir a la tienda y comprarlo. Así que ahora, directamente lo compro. Si me sale bien, vale. Si no, pues ahí está.

Tampoco soporto, como Du, leer un libro en el ordenador o en PDF. Ni me lo he planteado siquiera. Para leer, sólo necesito un buen sillo y tener un libro entre las manos. No lo concibo de otra manera.

Y terminarlos, sobre todo si me ha gustado y lo he disfrutado, me provoca un vacío alucinante. Es como si no quisieras empezar otro porque vas a perder a los personajes que tanto te han acompañado.

melita escribió:Pues yo hace tiempo tenía la que ahora me parece una manía que no me lleva a ningún lado mas que a fastidarme: leer el último párrafo antes de empezar el libro. Por suerte, recobré la cordura y dejé de hacerlo. Que no quiere decir que el que lo haga no esté cuerdo, cada uno lee como le place, pero a mí me resulta más gratificante no hacerlo.

Pues eso es justamente lo que hago yo... A veces un párrafo entero, pero normalmente leo la última frase. A mi entender, lejos de fastidiarme el libro, hace que me coma la cabeza pensando cómo se ha llegado hasta ese punto... Por supuesto, sí hay libros en que evito por encima de todo leer el final, esos en los que tienes el pálpito especial de que será un GRAN final

chiqui escribió:Hola, soy chiqui y soy compradora compulsiva de libros.

Esa es mi gran manía. Soy incapaz de ir a la biblioteca, coger un libro, leerlo e ir a devolverlo. Antes lo hacía, pero luego sentía la necesidad, si me había gustado, de ir a la tienda y comprarlo. Así que ahora, directamente lo compro. Si me sale bien, vale. Si no, pues ahí está

Hola, soy Eled y también soy compradora compulsiva. Si voy a una librería siempre, siempre, salgo con un libro como mínimo ... Cuando era pequeña y no tenía dinero sí que iba a la biblioteca, y es algo muy bonito, pero como chiqui si el libro me gustaba lo acaba comprando. Así que ahora los compro todos porque, sinceramente, creo que no hay nada que no me guste


Cómo elijo un libro? Pues, si no lo estoy buscando, cuando entro en una librería lo que más me llama la atención son las portadas. Me parece irónico que algo como un libro, me entre por un medio tan... visual... No sé, es algo extraño, pero creo que la portada de un libro dice mucho del libro que envuelve, o debería decirlo al menos. Después de eso, me fijo en el título y por último, obviamente, me leo el argumento en la contraportada.

Cuando temrino un libro, después de eso increíble vacío, para empezar uno nuevo me muevo por pálpitos. Voy a mi librería, me siento en el suelo, y por un momento dejo que uno de ellos me llame... Si no pasa así, si no tengo apetencia por ninguno en especial, suelo escoger el que hace más tiempo que compré y todavía no he leído. Si se trata de colecciones o libros de un mismo autor, siempre escojo algún otro entre medio, es una pequeña manía para no viciarme y limpiar mi mente de las palabras de esa historia o autor.

Mañana más...

Cuando empiezo un libro tengo que estar dispuesta a ponerme en el lugar de personas, cosas o situaciones. Tengo que estar dispuesta a empezar una nueva vida o etapa. Mi ceremonia personal es coger el libro empezando por lo que me sugiere y luego continuar leyéndolo siempre con una botella de agua al lado y caramelos de menta. Lo del ruido me da lo mismo puesto que si me meto en una historia no escucho a lo de mi alrededor.
En cuanto lo termino, si me a gustado es como cuando una etapa cierra en tu vida pero sigue estando ahi.

Lo que me decide a comprar un libro son las recomendaciones, ya que no me da tiempo a terminar de leer un libro cuando ya me exponen cuatro más.
Me gusta más regalar libros porque pocas veces me lo han devuelto, también depende de la persona a quien preste.

Casi siempre he tendido más a cogerlo prestado en la biblioteca, no es porque no me guste comprarlos, pero a veces me da un poco de reparo decirle a mis padres dame dinero para comprar libros, nose siempre le he tenido respeto a eso. Así que sólo compro los esenciales.

Hola, soy Vanexa y tengo una memoria pésima para los argumentos de los libros.

El fin de semana pasado saqué todos mis libros de tres cajas que tenía en el armario (no caben en las dos estanterías de casa ni en las mías) y lo curioso era que me traía más recuerdos de mi vida que el argumento del libro en sí. De los libros tenía una leve idea, pero estoy segura de que si me los vuelvo a leer no me espero el desenlace final ni esa muerte tan impactante. Como por ejemplo ahora con Harry Potter, que lo estoy volviendo a flipar porque "gracias" a mi memoria no me acuerdo casi de nada.

Aparte de esto, no es que tenga la costumbre de leerme la última frase, pero a veces lo hago. A mí, como a melita, no me gusta. Porque si leo que algún personaje dice algo ya sé que no muere, y eso me jode. Me jode saberlo, no que no muera. xD
La costumbre que tengo es que cuando estoy leyendo algo intrigante bajo la mirada a los siguientes párrafos, o a la página siguiente para saber qué pasa y después leo "la palabrería". Eso sí que no lo puedo evitar.

Lo que me mueve a comprarme un libro es que me lo hayan recomendado (ya que en casa aún tengo muchos por leer). Pero en esta feria del libro, cuando fui, me fijé en los títulos pero más en la contraportada, ya que un título a veces da lugar a confusiones y no es lo que te esperas.

Respecto a un libro con sus tapitas... Eso no me importa, que tenga tapas de pasta dura o de la otra. Y del ordenador... Ha habido un par de veces que me los han imprimido y encuadernado, para salir del paso. Pero evidentemente no es lo mismo. Y a leerlo del ordenador me niego rotundamente.

Y prefiero prestarlos a regalarlos. Más que nada porque regalando un libro a gente de mi edad con pocos se acierta ni sabes si se lo leerá. Así que mejor si me lo piden y de verdad están interesados (y puedo confiar, claro) lo presto. Además, en el caso de que no los volviese a ver, sé que un libro siempre está ahí y sirve para más gente. Así que no me preocupa. Lo paso peor con mis libros de ilustraciones, que aún dejándoselos a mi mejor amiga le veo que si un hilo fuera, las páginas my separadas... ¡Qué mal lo paso!

Hay un prólogo precioso de Italo Calvino en "Si una noche de invierno, un viajero" sobre la ceremonia de comprar y leer un libro.
Me sentí muy identificada con la parte en que describe lo que sucede cuando un lector entra a una librería con el propósito de comprar un solo libro, en este caso, el último libro de Italo Calvino y las tentaciones a las que se ve sometido en su camino por comprar ese solo libro.
Buenos Aires es una ciudad de muchas librerías. O al menos, solía serlo. Ahora, con los efectos desagradables de la globalización, muchas de sus librerías tradicionales han sido compradas por empresas que arman cadenas de librerías como si fueran supermercados.
Las detesto.
Me gustan las viejas librerías de Buenos Aires, esas que apestan a ese hermoso aroma que tiene el papel.
Aún conservo mis librerías favoritas y compro en esas librerías. Nunca entro a cualquier librería porque las librerías deben tener para mí una calidez especial. Detesto aquellas en las que los vendedores te siguen como moscas preguntánte si necesitas ayuda. O que cuando le preguntas por algún libro de algún autor no muy conocido se te quedan mirando como si le hablaras de marcianos.
No tengo ceremonias para leer libros. Por supuesto, siempre tengo los cigarrillos a mano, pero puedo leer en cualquier parte.

Saludines

Runa me identifico mucho con lo que dices de las librerías... En Barcelona, en los últimos años, han desaparecido un montón de librerías de las de "toda la vida", sustituídas por grandes cadenas con dependientes que saben menos de literatura que un párvulo... Es algo muy, muy triste, porque como dices esa olor, esa calidez, ese poder hablar con el librero... es algo precioso.

Vane,

La costumbre que tengo es que cuando estoy leyendo algo intrigante bajo la mirada a los siguientes párrafos, o a la página siguiente para saber qué pasa y después leo "la palabrería". Eso sí que no lo puedo evitar.

Yo también lo hago

Eledhwen escribió:Runa me identifico mucho con lo que dices de las librerías... En Barcelona, en los últimos años, han desaparecido un montón de librerías de las de "toda la vida", sustituídas por grandes cadenas con dependientes que saben menos de literatura que un párvulo... Es algo muy, muy triste, porque como dices esa olor, esa calidez, ese poder hablar con el librero... es algo precioso.

No sólo nos sucede eso, sino que en Buenos Aires padecemos otro efecto colateral de la globalización. Las editoriales argentinas han sido compradas en su gran mayoría por holdings extranjeros o directamente han cerrado, con lo que se edita acá poco y nada.
Importamos las ediciones españolas, lo que en la época de la convertibilidad (1 dólar, 1 peso), no representaba un gran problema.
Pero con el fin de la convertibilidad los precios de los libros se fueron a la estratósfera.
Para que te des una idea, 1 euro equivale a 5 pesos. Fíjate los precios de los libros allá, multiplica y te darás cuenta que los libros en Argentina han pasado a ser, lamentablemente, un artículo de lujo.
Hay editoriales que sencillamente son imposibles, como Siruela. Los tienes que comprar en cuotas, como si se tratara de un electrodoméstico.

En cuanto a los nuevos vendedores, me dan ganas de acogotarlos. Nada había que me despertara más placer que poder charlar con un vendedor de determinados autores y que termináramos recomendándonos libros mutuamente. Eso, lamentablemente, sucede cada vez menos. Sobreviven en algunas de las viejas librerías del centro de Buenos Aires, las que yo adoraba en mi adolescencia. Me iba especialmente a comprar libros allí, pese a que no me quedaba cerca.
Y luego me iba con mi bolsita ya sabiendo qué libros me compraría al mes siguiente. Cuando empecé a trabajar, en mi planificación mensual de gastos generales, siempre incluía el ítem de cuánto me iba a gastar en libros. Lamentablemente esos cálculos ya no los puedo hacer porque los precios cambian de acuerdo a los vaivenes del euro.

En cuanto a los ebooks, yo lo intenté al principio y me bajé varios que nunca leí porque leer en computadora le quita toda la gracia. A mí me gusta el papel y ese gusto no se me va a ir nunca. Pero otro de los problemas que tenemos aquí es que por la gran subida de precios de los libros, las librerías ya no tienen tanto material como antes. Traen de todo, pero luego, los libros que no son de venta masiva no vuelven a renovar el stock porque temen que les quede de clavo. Así que si quieres un libro en particular lo debes encargar y al precio del libro le debes agregar el costo de envío.
Por eso intenté un poco con los ebooks con ediciones que acá ya no se consiguen. Pero no me dio resultado. No me gustan, no hay caso.

Saludines

Preferir siempre he preferido comprarme los libros (por aquel entonces de cuando los leía y tal xD) y de hecho siempre me están regalando libros para ver si leo algo, y a mi me gusta. Pero lo que pasa es que yo soy muy rara a la hora de leer y tiene que ser un libro que me guste bastante para que lo lea entero, así que, simplemente, pa elegirlo, me voy a la biblioteca, allí mismo leo las páginas que me de tiempo a leerme, y si veo que me gusta pues lo compro o si no tengo dinero ni me lo va a regalar nadie pues lo leo en la biblioteca. Pero no me gusta cogerlos prestados porque yo tardo mucho en leerlos y entonces es una lata tener que volver a pedir otra semana mas el libro -_- xD Y sobre lo de regalar libros, es algo que siempre que puedo, hago

(Ahora imaginaos que quien ha escrito este post es mi yo del pasado de cuando me leía los libros que me regalaban e iba a la biblioteca a leer y esas cosas... -_- xD)

Yo no tengo ceremonial para leer... Al contrario.

Leo en el micro (omnibus, colectivo), en la calle, en la cola del banco, en la sala de espera del odontólogo... en mi oficina en un impasse en mi trabajo, en la noche cuando me acuesto, en la tarde los fines de semana, en la mañana los domingos... Leo a cualquier hora, en cualquier lugar y circunstancia. Soy compulsiva.

Sí... dejo el libro cuando me da sueño, o cuando llego a destino, o cuando me llama el médico y no me carcome la curiosidad respecto a como sigue. No sé porqué, pero puedo leer, empezar a leer o dejar de leer en cualquier momento.

Me resulta imposible leer en la compu... no me gusta. Probé imprimir los libros... pero me resultan muy incómodos, ásí que tampoco... Prefiero, como decía alguien por ahí, el libro con sus tapas y su papel...

Regalo libros, sí, a quien puedo. Y también presto y así también pierdo libros. Hay libros que compré más de 6 o 7 veces. Lo compro, lo presto, lo pierdo... lo vuelvo a comprar, a prestar y a perder... y así sucesivamente... seis o siete veces... En fin...

Así como soy una lectora compulsiva, soy una compradora compulsiva de libros. Antes, solo para mí... ahora, uno para mí, uno para mi hijo... Conclusión, compro dos libros por semana seguro, y algunas semanas dos más.
Tengo una montaña de libros, digamos unos 25/30 libros que aún no he abierto...
Generalmente elijo el libro por el autor. Si veo un libro de Ibsen, lo compro seguro. De Asimov, si no lo tengo, lo compro seguro... Y a veces, busco autores en particular. Por ejemplo, aún no leí a Paul Auster, no sé porqué... es mi próxima compra. No digo lectura porque pasará a la cola.
Perdón... ahora voy a ir a comprar Crepúsculo, para leerlo y comentarlo con ustedes.