La caverna de las ideas

La caverna de las ideas, de José Carlos Somoza.



Como siempre, os dejo primero la breve reseña de la contraportada de mi edición, y esta vez os regalo también un pequeño extracto de uno de los personajes del libro, que creo que describe con precisión la magnitud de esta obra:

"¡Ah, la literatura! Leer no es pensar a solas, amigo mío, leer es dialogar! Pero el diálogo de la lectura es un diálogo platónico: tu interlocutor es una Idea. Sin embargo, no es una idea inmutable: al dialogar con ella, la modificas, la haces tuya, llegas a creer en su existencia independiente (...)"

La caverna de las ideas es una obra griega clásica que narra una intrigante historia: diversos asesinatos ocurridos en la época de Platón. Cuerpos mutilados de efebos son descubiertos en las calles de Atenas, crímenes inexplicables que no parecen seguir un órden lógico. Heracles Póntor, "El Descifrador de Enigmas", se encargará de resolverlos con ayuda de un filósofo de la célebre Academia Platónica, Diágoras de Medonte.

Una novela enigma; un desafío de ficción, diversión y espejismo, donde nada es lo que parece y donde el cimple hecho de seguir leyendo puede resultar arriesgado"

Valoración personal:

Una vez más, me quito el sombrero ante Somoza

En esta novela, cierto es, he creído descubrir algunas fuentes de las que Somoza bebe, como por ejemplo Jöstein Gaarder quien, al igual que él en esta obra, gusta de jugar con el lector a un intrincado juego donde se confunde realidad y ficción, lector y escritor, mito y hechos, ciencia y fe. Este pequeño descubrimiento hizo que adelantara el final del libro y me pareciera, en cierto modo, previsible; pero aún así cuando ayer noche cerré el libro después de su última página, exclamé un "Qué bueno" que despertó hasta a mi perro

La ambientación en la Grecia clásica está muy bien resuelta... No soy experta en el tema, así que no puedo objetivar si el proceso de documentación también lo es, pero me pareció que hay los suficientes detalles para centrar al lector sin saturarlo. La presencia de Platón, como un secundón de la novela, también es una grata sorpresa, ya que nos brinda la oportunidad de releer algunos de sus postulados, como su increíble Teoría de las Ideas, y situarlos en un contexto que, quién sabe, pudieron ser parecidos a los que originaron su doctrina.

Los personajes muy bien logrados. A destacar Héracles Póntor y el Traductor, los dos protagonistas de la obra, y los grandes momentos intelectuales que nos brinda el filósofo Diágoras.

Sobre el hilo conductor... sólo decir que són hiloS conductores, ya que se nos narran dos historias paralelas y que, en un principio, no parecen tener mucho que ver más allá de lo obvio. Pero están entretejidas de modo muy sabio, ninguna peca por exceso o defecto, hay una magnífica combinación en los cambios de escena.

En general, me ha gustado mucho. No es para mí la mejor obra de Somoza, pero sí de las más arriesgadas por su parte y, una vez más, ha ganado la apuesta

La caverna de las ideas es un libro que me llevo en el recuerdo.

Quizás porque lo leí cuando estaba precisamente en Grecia y no me costaba nada imaginarme a la gente andando por la Atenas que en esos mismos instantes pisaba yo después de 2500 años...

Somoza recrea bastante bien desde mi punto de vista la época ateniense de Platón (de arte e historia griega entiendo un poco ) pero lo que más engancha de la historia es precisamente la "doble" historia, aunque como bien dice Eled, el final es bastante previsible.

No obstante es un libro que recomiendo mucho.