Noviembre: 84, Charing Cross Road [Elegido Mejor Club de Lectura del 2009]

Durante el mes de noviembre, el libro propuesto por melita para nuestro Club de Lectura será la novela 84, Charing Cross Road, de Helen Haff.

Un día, en octubre de 1949, Helene Hanff, una joven escritora desconocida, envía una carta desde Nueva York a Marks & Co., la librería situada en el 84 de Charing Cross Road, en Londres. Apasionada, maniática, extravagante y muchas veces sin un duro, la señorita Hanff le reclama al librero Frank Doel volúmenes poco menos que inencontrables que apaciguarán su insaciable sed de descubrimientos. Veinte años más tarde, continúan escribiéndose, y la familiaridad se ha convertido en una intimidad casi amorosa. Esta correspondencia excéntrica y llena de encanto es una pequeña joya que evoca, con infinita delicadeza, el lugar que ocupan en nuestra vida los libros... y las librerías.

Me paso sólo a comentar que ayer mismo lo empecé, y devoré la mitad... vamos, me tuve que contener para no terminarlo de una sentada La verdad es que con el formato carta, y el lenguaje empleado, es muy muy rápido de leer. Eso sí, me está gustando mucho: me hace reír y enternecer a partes iguales

Me alegro mucho de que te esté gustando Eled.

Bueno, dada la longitud del libro, sería un poco absurdo marcar un ritmo de lectura o intentar estructurar los comentarios por bloques, así que cada uno marcará su propio ritmo. Lo que sí me gustaría es que se incidiera en unos aspectos concretos, tales como:

-El contexto socio-económico en el que se desenvuelven los personajes.
-La personalidad de los dos personajes principales.
-Cómo se va desarrollando la relación entre ambos.

Mañana, con un poco más de tiempo, haré mis aportaciones.

Bueno, ya lo he terminado; y como no podía ser de otro modo, me ha dejado muy buen sabor de boca

La verdad es que es un libro para amantes de los libros, del olor a libro viejo, de la emoción de una primera edición de un libro predilecto, de la búsqueda de nuevos títulos... Si te gusta leer, o escribir, te gustará el libro.

Centrándonos en lo que comenta melita, la parte fundamental es el contexto histórico, que es lo que motiva la afianzación de la relación de Helene con los trabajadores de 84, Charing Cross Road y sus familias. Gracias a la solidaridad de Helene ante el racionamiento motivado por la guerra, pasa de ser una cliente más de la tienda,a ser alguien verdaderamente importante en la vida de esas personas.

Y éste creo que es el hecho fundamental, lo que condiciona todas las relaciones que se establecerán. Veremos como Frank pasa de ser un serio vendedor, siempre con la fría distancia inglesa, a ser alguien verdaderamente conmovido por Helen, agradecido, alguien que espera sus cartas con emoción. Los demás trabajadores, al principio a través de Frank y luego por sus propios medios, también contactarán con Helen movidos por el agradecimiento.

Se hubiera establecido esta clase de relación de no ser por la guerra?? Lo dudo mucho. Sería posible algo así en nuestro tiempo, tan globalizado? Me parece casi imposible.

Una nota muy triste baña el final de la novela, si bien era algo totalmente previsible dada la extensión de tiempo que abarca la correspondencia... aún así, es este trágico hecho lo que marca la publicación de esta "novela", así que merece ser tenido en cuenta más allá de la anécdota literaria.

Me ha gustado mucho

Bueno, pues finiquitado en un suspiro!

En primer lugar, y para seguir los parámetros marcados, comentaré algo acerca del contexto socio-económico en el que se desarrolla el libro, o más bien el de la época que marca el principio del libro.

La primera carta de Helene data de 1949, año durante el cual, Europa en general y Londres (ciudad en la que se encuentraba la librería Marks and Co.) en particular, todavía intentaban recuperarse de las muy recientes heridas provocadas por la Segunda Guerra Mundial y aún se encontraban inmersas en una política de racionamiento. Por otro lado, y como contrapunto, Estados Unidos fue la única nación que se enriqueció a causa de la guerra. Ésta, impulsó la economía creando puestos de trabajo e introduciendo a la mujeres en el mundo laboral.

Dicho esto, cabe comentar que lo que empieza siendo una simple correspondencia comercial, se va tornando en algo más cuando Helene (norteamericana excéntrica, y con un gran sentido del humor) tiene noticias de la apretada situación en la que se encuentran los empleados de la librería que le proporciona manuscritos descatalogados y prácticamente imposibles de encontrar, y decide enviarles pequeñas muestras de agradecimiento en forma de alimentos y otros productos, que son recibidos por dichos empleados con asombro e inmensa gratuitud.

Por otro lado, cabe destacar la hermosa relación que nace entre Helene y Frank Doel, el hombre que espera celosamente la correspondencia que llega desde el otro lado del Atlántico, y que a pesar de ser un hombre recto, serio y extremadamente formal, va sucumbiendo a los encantos de una mujer que no puede más que terminar siendo adoradada, tanto por él como por el resto de personas que de una manera u otra están relacionadas con la librería. Y ojo, nada más lejos del enamoramiento romántico... La relación entre ambos va más allá de eso, es una relación marcada por el afecto, entre ellos mismos (recordemos que las cartas se prolongan durante unos 20 años), pero sobre todo por el afecto y el amor a los libros, nexo de unión entre estas personas tan lejanas y a la vez tan cercanas.

Se me ocurre una pregunta sobre una de las costumbres de Helene... Vosotros qué hacéis con los libros que no queréis? Los tiráis, los regaláis, o los acumuláis? Qué os parece la actitud de Helene a este respecto?

melita escribió:Se me ocurre una pregunta sobre una de las costumbres de Helene... Vosotros qué hacéis con los libros que no queréis? Los tiráis, los regaláis, o los acumuláis? Qué os parece la actitud de Helene a este respecto?

Yo también lo pensé cuando leí esa parte melita

En mi caso, soy de acumular... porque la mayoría de libros sé que en alguna ocasión me gustara releerlos, y porque cuando recomiendo un libro me gusta poder prestarlo (siempre que sepa que se me va a devolver ). Si alguna vez he tenido que deshacerme de alguno (los de cuando era muy pequeña, etc), siempre los he llevado a bibliotecas o los he dejado en cajas abiertas en la calle para que la gente pudiera cogerlos.

Eso sí, soy de la opinión de que los libros ni se tiran ni se venden.

Me leí 84, Charing Cross Road (gracias Melita ) del tirón, y creo que es una de las historias más sensibles, tiernas, de proclamación de la amistad y bonitas que he leído nunca.

Eled y Mamen ya lo habéis contado todo, pero quiero resaltar la bonita relación que se establece entre Helene Hanff, la clienta americana que tiene un sentido del humor que me encanta, y los trabajadores de la librería, sobre todo con Frank Doel, tan distante al principio y marcando una relación puramente comercial y de complaciencia hacia la clienta, y que con los años coge una familiaridad entrañable.

El formato epistolar de la novela hace que sea muy fácil de leer, así como el lenguaje empleado, y la recomiendo muchísimo a todos (de hecho se la dejé a mi madre nada más acabarlo y también le ha encantado).

Mamen, me dijiste que viste la representación teatral de la novela verdad? Qué te pareció? Refleja bien la relación entre los personajes?

Lo dicho, este libro está entre mis preferidos

Laila escribió:

Mamen, me dijiste que viste la representación teatral de la novela verdad? Qué te pareció? Refleja bien la relación entre los personajes?

No sabía que había una adaptación teatral (película sí...). Cuenta melita

Pues sí, sí que la hay, dirigida por Isabel Coixet e interpretada (magistralmente) por Carmen Elías y Josep Minguell.

En cuanto a tu pregunta Laila, refleja a la perfección la relación entre ambos personajes, de hecho, tanto Helene como Frank Doel son los únicos personajes que aparecen en la adaptación teatral, mientras que los demás tan sólo son mencionados. Muy acertadamente, se opta por dividir el escenario en dos, para mostrar por un lado el apartamento de Helene, y por otro, la librería de Doel. La división, como no podía ser de otra manera, la marca una enorme montaña de libros (como la que tengo en mi casa ).

En cuanto a la aparente dificultad de llevar a un escenario una novela de género epistolar, esta se resuelve de un modo muy fluido, haciendo uso de monólogos por parte de cada personaje, que al confluir, da lugar a un "diálogo" que el espectador hila sin ninguna dificultad.

La ví hace unos dos o tres años, así que no estoy segura de que siga en cartel, pero si alguna vez tuviéseis oportunidad de verla, os diría que fueséis de cabeza. Realmente preciosa.